Irma la dulce

Recuerdo que la primera vez que vi esta película estaba con mi madre en el salón y la echaron por la tele. Ella, por supuesto, ya la había visto. Me recomendó que me quedara a verla y le hice caso... Fue genial. Me reí muchísimo y tuve que verla de nuevo dos o tres días más tarde. Y es que no es para menos, porque ya el argumento es para caerse muerto: 

Irma es una prostituta que ejerce en una calle de París, donde se encuentra el hotel en el que se acuesta con sus clientes, al igual que sus compañeras de profesión. La policía está comprada (ejem), el dueño del hotel hace la vista gorda (ejem), y a ningún transeúnte parece importarle (ejem otra vez). Sin embargo, todo cambia cuando asignan otro agente (Jack Lemmon) a esa zona. Después de una serie de sucesos, se enamora perdidamente de Irma, pero no termina de asimilar que su novia se acueste con otros hombres cada noche, así que decide hacerse pasar por un lord inglés que la visita una vez a la semana, al cual llama Lord X. Así, con todo el dinero que Irma recibe del supuesto millonario, no necesita recibir a otros clientes. Pero, como es de esperar, todo se complica en la doble vida del policía... 

Irma, interpretada por Shirley MacLaine, es simplemente genial. En un principio el papel iba a ser para Marilyn Monroe, pero murió antes de poder interpretarlo, así que se lo ofrecieron a Shirley, quien aceptó sin leerse ni siquiera el guión, ya que confiaba ciegamente en Billy Wilder (director de esta y otras películas, como Con faldas y a lo loco, La tentación vive arriba o El Apartamento) y en el criterio de Jack Lemmon. 

Jack Lemmon y Shirley MacLaine en Irma la dulce

Perfecta para pasar una tarde entretenida y entre risas. Los dos protagonistas están increíbles en esta película. Jack Lemmon, cómico pero retorcido a la vez; Shirley MacLaine, encantadora como siempre. 

Por mi parte, ¡recomendable 100%!