Música y lágrimas

¡Buenas! 

Antes que nada, gracias a los que estáis siguiendo mi página de Facebook. Sé que a veces es un poco rollazo que estén invitándote a páginas... "Fulanito ha sugerido que indiques que te gusta Algo que no te interesa". Vale, supongo que quien la siga será también porque le gusta la temática del blog. Y la verdad es que se agradece mucho que la gente muestre un poquito de interés. Es el primer blog que abro en plan "serio", y tampoco sé muy bien cómo proceder. Peeeeeeeero de momento... Creo que es un buen empezar :) 

Y dicho todo esto, vamos allá. 

¿Conocéis a Glenn Miller? ¿In the mood? ¿Moonlight Serenade? Bueno, no sé si sabréis que existe una película biográfica sobre el músico, protagonizada por James Stewart y June Allyson, titulada Música y Lágrimas. Esta obra tiene algo muy especial, y es que en ella participan grandes de la música como el mismísimo Louis Armstrong (ojo ahí), Gene Krupa, Ben Pollack y Frances Langford. 

La película se centra básicamente en la combinación entre el amor y el esfuerzo desempeñado en el camino hacia el éxito. Cuando el músico llega a Nueva York, abandona la orquesta en la que participa y decide seguir en solitario, consiguiendo un puesto en la banda sonora de una obra de teatro. Pasarán dos años hasta que vuelva a tener contacto con la que será su esposa, Helen Berger (June Allyson), quien le anima a perseguir sus sueños y a no conformarse con la aparente estabilidad del momento. Muchos obstáculos tendrá que sortear hasta conseguir el contrato que le lanzará directamente a la fama. 

La película es entretenida y al parecer refleja de manera bastante fiel la vida del famoso músico. Tampoco voy a decir que lo han clavado porque no es que sea yo una experta sobre Glenn Miller, la verdad... Pero bueno, su vida la conozco un poco, aunque sea por encima. La banda sonora es impresionante, simplemente impresionante, incluyendo grabaciones originales del verdadero Glenn Miller, Louis Armstrong tocando junto a Gene Krupa en un club de Nueva York... Genial. La trama es rápida, no se centra en detalles trascendentales y falta tiempo para aburrirse. Sin embargo, todo eso tiene un contra muy claro (para mí, obviamente) en esta película: hay incongruencias en la parte que se refiere a su relación con Helen, sobre todo al principio. Quien haya visto el film supongo que entenderá lo que quiero decir, y quien no... Que la vea y me diga si su amorío no está resuelto con prisas. Por otra parte, algunos saltos en el tiempo me parecen muy bruscos, pero no voy a culpar a nadie, ya que entiendo que resulta muy complicado resumir toda una vida de amor y fama en menos de dos horas. 

Lo mejor de la película: la banda sonora, sin duda. Todas las colaboraciones, las grabaciones originales de Miller... Increíble. Además, James Stewart es un acierto indiscutible. Me encanta en todos sus papeles y en este caso no ha sido diferente. Parece un camaleón este hombre. 

Lo peor de la película: los saltos bruscos en el tiempo (pasar de una escena a otra y que hayan transcurrido diez años de golpe, sin pistas) y algunas cosillas que no cuadran, no porque sean falsas, sino porque se han resuelto con mucha prisa, como el caso que he nombrado antes, y también algunos más. Para mi gusto, esas cosas le restan profundidad a la trama en general. Pero repito: no me parece raro, al contrario. 

Y para terminar, dejo a continuación la escena en la que Louis Armstrong y Gene Krupa actúan en el club de Nueva York. Para mí, una de las mejores escenas de la película. Me sorprendió muchísimo ver aparecer a Armstrong en la pantalla. No tiene desperdicio: 

 

¡Besos!